Estaba cansado de la vida… Todo el mundo que había construido estaba desplomándose. La hipoteca, su relación, su trabajo, la felicidad, las esperanzas. Estaba decidido a terminar esa misma noche con todo el agobio. Sacó muchos de aquellos frascos que solo se retiraban con la receta verde o azul. Tomó mucho vino antes de empezar a tragarse las píldoras. Llevaba solo dos y ya el miedo a su final, se calaba en sus huesos. Tomó la pastilla y esta, sonriendo, le dijo que la bola de cristal había pronosticado que pronto todo sería mejor. Lo hizo enmudecer. Tiró al basurero los frascos y se fue feliz, montando aquella mariposa morada hacia el horizonte.