Ejercicio de NO con disgresión
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Ese fin de semana me encontraba de nuevo en la casa de mis padres. El sábado rezamos el rosario tempranito, antes de oscurecer, cuando inicia el concierto de chicharras. Mi papá todavía no puede creer que me guste rezar. En realidad, es un acuerdo que tengo con Maria Auxiliadora para los fines de semana que estoy con ellos. Misterios Gozosos. Misterios Gloriosos. ¿Qué les hago de cenar hoy? Pensé mientras apagaba la velita votiva. Tiene que ser algo suavecito…. La parte que más me gusta son las Letanías de la Virgen. Me parece que vi pescado. Rosa Mística. Puerta del Cielo. Un puré de papa con buena mantequilla. Me parece que Consuelo de los Migrantes es nuevo. Qué bonito, pedir por los migrantes. Se siente una paz enorme rezar con el papá y la mamá mientras se cuentan las perlitas de la camándula. Donde se reza el rosario no falta lo necesario. Amén.

Don Olman, mi padre, se había ido a trabajar a la zona sur en esos años de la bananera pues necesitaba dinero para comprar los anillos de la boda. Después de un tiempo, con mucho esfuerzo, los pudo comprar. Se casaron de mañanita. La plata les alcanzó para irse de luna de miel a Guanacaste. Ah, mi tata, siempre hablantín y mentiroso. Mejor voy a adobar el pescado. En la luna de miel se fueron a comer pescado frito que le encantaba, sobre todo a mi papá; mi madre siempre estaba de acuerdo con lo que él quisiera. “Lo que quiera el viejo”, solía decir. El viejo quería pescado. Después se fue él a nadar y por payasear se le zafó el anillo del dedo. Nunca lo encontró. La verdad es que sí me gusta rezar y me gusta comer pescado, pero frito no, sino como al vapor, con romero. Lástima que el romero del jardín se secó, solo queda la mata de orégano. Ah, pero al ajillo es una delicia. Lo que me gustaba comer era ceviche sentada frente al mar allá en las playas del Coco, donde un día de verano reinaba el entusiasmo loco. La cena está lista, vengan a comer.

-¿Papá qué pasó por fin con el anillo?.

-El último día de la luna de miel volvimos a comer pescado frito y no vas a creer vos que al partirlo con el cuchillo escuché un sonido metálico; escarbé en la panza del pescado y no me voy encontrando el anillo de matrimonio. Esa fue Maria Auxiliadora, la que lo puso ahí.

Donde se reza el rosario no falta lo necesario. Amén.

• Este debate fue modificado hace 8 meses, 1 semana por Marco Cañizales.